SIGUE TU CORAZÓN
Cuando empiezas a pensar más con el corazón y menos con la cabeza, te das cuenta que no hay decisiones difíciles que tomar o caminos duros que seguir, te sientes poderosa, tu vida comienza a fluir.
Tú tienes el poder de dirigir tu vida, solo escucha tu corazón y deja que él te guíe.